sábado, 10 de septiembre de 2016



PPK, ENTRE EL BAILE 

Y LA POLITICA

Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo del 09 10 16
Vivimos la proverbial luna de miel de los políticos que estrenan gobierno pero es muy pronto para hablar de gobernabilidad. Pedro Pablo Kuczynski está mostrando sorpresivamente gran habilidad para sortear sus desafíos iniciales con un estilo que podría ser insuficiente para mantenerse en un quinquenio que se avisa difícil con un fujimorismo que esconde sus dientes afilados. De hecho necesitará mucho más que buenas vibras y buen humor. En el congreso su grupo es minoritario y si aparece poco cohesionado puede ser una vulnerabilidad más que un apoyo. 
PPK no puede bajar la guardia, tiene que estar al pie del cañón mientras exhibe su risa y su baile como parapeto de los momentos amargos que no faltarán. Ahora mismo debe buscar los pasos adecuados para que pase la delegación de facultades mientras concede a la oposición algunas tajadas de poder e influencia. Esto es hacer política aunque cosa distinta sería negociar principios o concretar una alianza permanente con el fujimorismo que le haría perder autonomía y su base natural antifujimorista que sostiene la esperanza.
Su aprobación sigue creciendo mientras da un paso cada vez según la necesidad política. Todo depende de la experiencia y de la habilidad pero también de la disciplina, no hay espacio para las disensiones internas ni para excesivas independencias. La primera tarea de PPK es cohesionar su grupo, la segunda ir cortando el salame poco a poco con filo suficiente. 
Lidera un gobierno tecnocrático social que rehúye la confrontación y busca convencer con razones aprovechando que el fujimorismo no puede permitirse una imagen de intransigencia u obstruccionismo. PPK marca los pasos de baile con una sonrisa pero debe saber que lo único que no puede arriesgar es la esperanza que ha sabido insuflar en la población. Un terreno más que delicado.


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