PPK
Y LAS URGENCIAS DE LA OROYA
En Político.pe del 08 07 16
El Presidente electo pidió
al Congreso darle oxígeno al complejo de La Oroya y pidió a los trabajadores y a
la población que lo acompañen para solicitar al Legislativo la prórroga de un
año que permita su venta y reactivación.
¿Una
marcha al Congreso con la participación del presidente electo? Mientras se
discute la delegación de facultades el asombro y las críticas cunden ante un PPK
que innova y mueve fichas, que se aleja de la imagen tradicional del gobernante
que se cuida y reserva sus intervenciones al máximo nivel. La sinceridad y la
espontaneidad no han sido características de quien personifica a la nación.
PPK apuesta
por la prórroga de la liquidación y demuestra su afán por responder a las
angustias de miles de familias que esperan solución a su subsistencia en
peligro. Ha asegurado que de serlo la marcha no será violenta ni de confrontación.
"Hagamos una marcha al Congreso y pidamos, no dejes morir a La Oroya porque está
en tus manos y
también está en mis manos... La Oroya está
agonizando, debemos darle oxígeno con inversiones". No es ninguna amenaza,
es un discurso sensible que más que crítica debería motivar apoyo para que no
se recurra a gestos extremos.
Preocupa
a los políticos tradicionales que PPK no será un gobernante convencional, su
gesto controversial sobre el problema de La Oroya centra el tema como prioridad
y apela a todos los recursos posibles. Una marcha no lo soluciona pero exige la
solución y demuestra la urgencia de atenderlo, de sacarlo de la postergación ante
el vencimiento inminente de todos los plazos. La medida no sería la única, deberá
complementarse con los diálogos. Conversar con los responsables de la
liquidación de los activos de Doe Run Perú y buscar inversionistas interesados y llevarlos
al sitio. Y por supuesto dialogar con la mayoría fujimorista para que atienda
la marcha pacífica como legítimo mensaje,
como gesto protagónico de las calles para encontrar la solución larga y
abusivamente demorada. Hay urgencia por activar el Complejo
Metalúrgico y no hay más tiempo. La respuesta positiva sería
que el Congreso asumiera el pedido y buscara la solución. Y que la voluntad del presidente se impusiera
también en la Junta de Acreedores en manos del Estado para prorrogar la liquidación.
Bien
entendido no hay confrontación de poderes, entendemos la demostración de
urgencia. Si la espera viene desde el 2008, con dos gobiernos que no han
afrontado la situación el gesto de PPK pone énfasis en la angustia social. Ni
desliz ni inexperiencia, sabe lo que está haciendo.
Queda esperar si la marcha se cumple o no y de hacerse que sea
sin violencia. Que la empresa Doe Run responda con el
cumplimiento de las leyes medioambientales para
que no contamine. Y que en el fujimorismo se entienda la urgencia y el gesto no
sea pretexto para que, desde la confrontación atribuida, la mayoría
parlamentaria deniegue las facultades que PPK requiere para comenzar su
mandato. El pueblo observa y vigila a todas las partes involucradas.
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