CONTRA EL DERECHO
A LA INFORMACIÓN
Mucho se ha hablado de la concentración mediática a raíz de la compra del 54% de las acciones
del Grupo Epensa por el Grupo El Comercio que ha significado que concentre el
78% del mercado de diarios impresos, además de dos canales de televisión.
Hay algo de positivo. Por primera vez los reflectores de
la opinión pública echan luz sobre el comportamiento de los medios de
comunicación en el Perú, tema tabú por temor o por excesiva precaución. Y han
sido muchas las voces que se han animado, la más representativa la de la Asociación
Nacional de Periodistas del Perú (ANP), organización de los trabajadores de la
prensa que expresó "su
contrariedad a esta suerte de prácticas monopólicas u oligopólicas que tienen
como finalidad el control del mercado editorial en el país".
No encuentra la ANP recomendable esta compra para una
democracia aún frágil porque se afecta la pluralidad “que debe darse en la
medida en que la ciudadanía pueda acceder a medios editados por emprendimientos
de diferente naturaleza legal". La ANP emparenta esta operación con
prácticas tan perniciosas como la censura previa, el secuestro o la prohibición
de publicaciones que condicionan la expresión o la difusión de información. Palabras
mayores.
El Director de La República ha encontrado fuerte apoyo en su campaña contra
la concentración de medios que considera la más alta del mundo. La CGTP, el novísimo Sindicato de
Periodistas y Comunicadores Sociales más un conjunto de académicos e
intelectuales alcanzaron un clímax con la opinión de Mario Vargas Llosa,
seguida de la muy sonada del Presidente Ollanta Humala. A ello
se agrega la demanda
constitucional que además de solicitar la nulidad de la compra
de Epensa, pretende límites
a la propiedad de los medios impresos, tal y como sucede con la
Radio y la Televisión.
Y es que la Ley de Radio y Televisión puso como límite máximo
de propiedad en una sola persona jurídica o natural el 30% de frecuencias
disponibles para la TV y el 20% para la radio pero en medios impresos no existe
límite definido. Se supone que pertenecen a los denominados mercados no escasos
pues pueden ingresar tantos actores como posibles. Verdad a medias pues
invertir en un diario demanda demasiado dinero y no todos pueden lograrlo. El
concepto de acaparamiento funciona para cualquier fábrica pero no para una
empresa mediática que da ganancias monetarias pero también poder e influencia,
no se trata de una fábrica de medias.
Mario Vargas Llosa preocupado por la concentración
de medios en la prensa nacional mostró su desacuerdo con una
tendencia que podría influir en las lectores con un discurso único, fuera del
pluralismo y amenazante para la democracia. "Es sumamente peligrosa en
cualquier sociedad que no haya una diversificación amplia de los medios que
permita que se ventilen todas las ideas. Si se produce una concentración de
medios como se está produciendo en el Perú y esos medios tienen además una
línea política muy clara, entonces allí hay una amenaza potencial muy grande
contra la democracia".
La amenaza a la que se refiere MVLL es al derecho a la
información por el cual todos tenemos derecho a emitir (libertad de prensa) y a
recibir la información que requerimos para participar en la vida nacional. Plural,
objetiva, contrastada, actual. Esto generalmente no se da cuando los contenidos
proviene de de un solo grupo que concentra propiedad, fuentes y poder.
Si tanto temor existe a la regulación es necesario que
los medios se autorregulen. Y en cuanto a la temida legislación sobre la
propiedad cruzada ésta puede estar ya en camino y son los propietarios de los
medios los que la habrían precipitado jalando demasiado de la pita. O no?
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