NI ENFRENTAMIENTO
NI SUBORDINACION
Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 06 de abril 2018
El fujimorismo de Keiko Fujimori hizo sufrir a PPK su
victoria electoral. Todo el país es testigo del bowling de los naranjas con los
ministros y de la prepotencia congresal respecto de la vacancia presidencial
más allá de los factores que la determinaron y del relevo oficial por el
vicepresidente Martín Vizcarra.
Las aguas se han calmado, las turbulencias parecen
haberse detenido y los peruanos aguardaban con impaciencia el gabinete del nuevo
gobierno. Vizcarra ha prometido diálogo y concertación. El flamante Premier César
Villanueva tiene capacidad para ello aunque aunque ahora se enfrente a serias acusaciones
y cuestionamientos. Niega injerencia del fujimorismo en la conformación del
gabinete pero hay señales inquietantes. No por gusto el vocero de Peruanos por el Kambio, Juan Sheput, denunció una alianza
con Fuerza Popular y los rumores son fuertes
acerca de las consultas sobre los
futuros ministros y el veto para que no fuera elegido ninguno que tuviera un
sentimiento antifujimorista. Lamentable porque de seguro quienes rechazaron la
prepotencia, abusos y crímenes del cogobierno Fujimori Montesinos están entre
los ciudadanos con mayor integridad, honestidad y decencia. Y debemos defender
esa discrepancia de fondo y el derecho a mantenerla aunque no caiga simpática a Fuerza
Popular. Los fujimoristas quieren reescribir la historia para afirmar
que son los luchadores contra la corrupción. De memoria frágil no quieren
recordar los luctuosos capítulos que todos presenciamos en la funesta década de
los noventa.
Bien por el diálogo pero ningún olvido debería
determinar que pasemos de la confrontación a la subordinación al fujimorismo
cuando necesitamos coordinación con autonomía. El nombramiento del Ministro de
Defensa, por ejemplo, recaído en José
Huerta, un general que firmó el acta de sujeción a Vladimiro Montesinos
y que estuvo además festejando su cumpleaños 53, no puede ser admitido en un
régimen democrático. La desmemoria y la permisividad no pueden llegar a ese
grado.
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