MOMENTO DELICADO
En Correo del 3 de junio del 2017
El momento se
anuncia delicado. El cierre de un periodo y el comienzo debería caracterizarse
por acuerdos programáticos entre gobierno y oposición más que por la
confrontación que afecta a PPK y a sus ministros pero sobre todo a la economía con
tendencia a la baja. La emergencia y sus cifras positivas quedaron atrás, hay
que consolidar autoridad y gobernabilidad para enfrentar la crisis política
instalada y la crisis ética que se avecina debido a las delaciones premiadas
que tarde o temprano se conocerán.
Mientras en
el Congreso juegan al tiro al blanco con los ministros, Interior y Salud están
en capilla, el país reclama mayor responsabilidad con el crecimiento y la
inversión. Le toca a PPK cambiar su gabinete que acusa desgaste para no perder más
ministros, le toca al fujimorismo serenarse para mirar los asuntos de fondo sin
tanta sangre en el ojo. Las urnas determinaron que en ninguno de los dos
palacios se pudiera gobernar solo. Pero demasiados extremistas rodean a las
cúpulas vendiendo desastres que no resuelven la polarización pero acusan fines
desestabilizadores.
El gobierno
ha demorado mucho en desactivar los desastres sectoriales que le dejó el
humalismo. El desafío mayor es en Salud donde la ministra García no sabe
comunicar y abunda en la impresión de que su sector continúa en emergencia. Toca a los hospitales y entidades ejecutoras usar los recursos
asignados y ejecutar su presupuesto para su adecuado abastecimiento y al MINSA enfrentar
las falencias de diseño del SIS endeudado por excesiva y hasta abusiva demanda.
Respecto del sector
Interior, no se ven o no se quieren ver avances en capturas y operativos. La
ceguera intencionada conecta con la desinformación. Para que la salud, como la
seguridad, funcione se requiere más colaboración y menos confrontación, ambos
sectores manejan valiosos intereses colectivos que deberían prevalecer sobre
las pugnas políticas.
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