domingo, 12 de marzo de 2017




LOS OVARIOS 
NO ESTÁN EN CUESTION


En Político.pe el 10 03 17

Katherine Ampuero y Liliana Meza son defensoras del Estado para la reparación civil que pudiera corresponder en el caso Lava Jato. Han sido nombradas por la presidenta del Consejo de Defensa Jurídica del Estado. Julia Príncipe, gracias a su confianza. No deben sentirse digitadas ni presionadas pero la autonomía que les corresponde no significa carta libre para decir o hacer lo que quieran.

Independencia sí pero no figuretismo. Seriedad y rigor para no caer en excesos. Las procuradoras deben tener todas las garantías para la autonomía que viene con el encargo, pero el respeto y la autoridad deben ganarlos. Y no precisamente con los ovarios, mal mencionados al momento en que se deciden a denunciar y llegan hasta a tocar al Presidente de la Republica que personifica a la nación y merece por tanto más de una reserva.

Ampuero informó que presentó un escrito al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, para compartir cuestionamientos contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski. Explicó a la prensa que  su acción se debe a “supuestas operaciones sospechosas y supuestos aportes de la empresa Odebrecht Latinvest Perú a favor de la empresa Latin America Enterprise, la cual estaría vinculada al señor presidente".

La sospecha viene de una denuncia periodística de un medio hispano en Estados Unidos y es elemental que antes que un magistrado la lance a la opinión pública pase por rigurosa verificación y contraste.

Bien que Julia Príncipe, rechace cualquier tipo de injerencia en el trabajo de los procuradores públicos. Pero la discreción es una virtud, aquella que nuestros abuelos llamaban sigilo, y debe informar el accionar de todos los funcionarios obligados a investigar y presentar resultados. No ayuda salir a desafiar cuando nadie las ha desafiado.

Los procuradores tienen que ser absolutamente responsables. Más en una coyuntura en que la desconfianza afecta a todos los políticos. Si se llegara afectar a la presidencia de la republica entraríamos en un verdadero colapso. Entonces a demorarse y pensar antes de pasar a mayores, más cuando se trata de un presidente en funciones.

Se entiende su posición, nadie tiene corona y la decisión de que todo corrupto caiga es respaldada por la ciudadanía. Pero también se entiende el malestar del Ejecutivo representado por Fernando Zavala, para exigir que el Consejo de Defensa Jurídica del Estado actúe con rigurosidad y profesionalidad.

Los procuradores deben actuar coordinados con la Fiscalía, no pueden imputar delitos cuando la fiscalía no lo ha hecho todavía por estar a la espera de medios probatorios suficientes. No deben ser atropellados pero tampoco pueden atropellar.

Muy bien que se resistan a todas las presiones, que de seguro existen, muy mal que usen frases grandilocuentes que no vienen al caso y menos cuando no presentan mayor novedad, ni nuevos indicios que den mayor solidez a su decisión de imputar graves delitos.


Toca a todos los procuradores evitar la tentación de los reflectores y presentar oportunamente un trabajo documentado, en el que de seguro ni ovarios ni testículos están en cuestión.

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