domingo, 1 de enero de 2017


¿DE LA ESPERANZA 
AL PESIMISMO?


En Correo el 31 de diciembre del 2016

Mañana comenzamos el 2017. Así como el espíritu navideño no estuvo a la cita tampoco el año nuevo renueva el ánimo de los preocupados por el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. Su primer semestre merece una realista evaluación para evitar se repitan problemas que no se debieron precisamente a la oposición. Que tenga en cuenta su congénita debilidad política por la falta de partido de gobierno y de una bancada eficaz y cohesionada a lo que une un gabinete que no ha dado fuego, que no le ha servido para hacer política, para enfrentar con habilidad al fujimorismo avasallador. La más reciente patinada echó por tierra las ilusiones de un equilibrio entre poderes y de una voluntad concertadora.  

Con el nuevo año PPK tiene la oportunidad de cambiar de estilo y de personas, de renovar su equipo inicial pues con él no logró preservar ese gran capital de esperanza que generó su discurso patrio ante el Congreso. ¿dónde está la revolución social prometida? ¿Dónde el cumplimiento de sus famosos siete mandamientos?

Por lo pronto ahora le corresponde enfrentar el vendaval Lava Jato que amenaza cargar con el santo y la limosna. No sabemos cuánto afectará a los políticos pero estamos ante un periodo clave que pondrá a prueba todas sus habilidades como gobernante y hasta su propia estabilidad. Nada le viene fácil, no es pan comido como podrían pretender los desaprensivos. Se quedó sin espacio para bromas ni debilidades. Menos fiesta y más responsabilidad. Necesitamos un gobierno con los pantalones bien puestos y suficiente liderazgo. En el 2016 PPK llegó al poder. Que en el 2017 aprenda a gobernar poniendo pie firme a tierra ante los frondosos vientos y el ruido político de los sobornos de Odebrecht. Que no lo alcancen es el mayor pedido. Y que el 2017 podamos recuperar algo del optimismo perdido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario