sábado, 27 de agosto de 2016


LA JUSTICIA 
EN EL BANQUILLO

Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 27 08 16

La sociedad está descontenta de los jueces permisivos con la violencia contra la mujer o con el flagelo de la corrupción. Por ello surge la iniciativa de un nuevo Acuerdo Nacional por la Justicia. Fernando Zavala lo ha anunciado en apoyo al presidente quien en su discurso inaugural aludió a una justicia reformada que permita eficiencia, transparencia y respeto a los derechos fundamentales, algo de lo que estamos lejos.
Gran propósito. La democracia afronta una crisis de confianza y elemento esencial para recuperarla es la justicia. El gobierno apelará al Acuerdo Nacional, la Defensoría del Pueblo y a las instituciones públicas y privadas. Y fortalecerá el Consejo Nacional de la Magistratura para nombrar o ratificar a los mejores jueces pero también sancionar o destituir a los peores jueces y fiscales que incurren en corrupción soterrada y lamentablemente permitida.

Estamos ante un tema de fondo para la presencia y confianza en el Estado. El Acuerdo Nacional por la Justicia no surgirá de la nada, ya tuvimos uno cuando Hugo Sivina, entre 2003 y 2004 fue un pugnaz presidente del Poder Judicial. Formó una Comisión de alto nivel en la que honrosamente participamos junto a Raúl  Ferrero, Diego García Sayán. Marcial Rubio y Oscar Schiappa, con el apoyo de Juan Jiménez Mayor y Rosa Mavila. 
En cumplimiento del objetivo recorrimos el país en audiencias pulcramente organizadas junto a Sivina y a jueces comprometidos con el cambio. Escuchamos a cientos de usuarios e instituciones. Procesamos las recomendaciones y sugerencias productos del diálogo y redactamos el Acuerdo y lo publicamos pero no llegamos a incorporarlo como política de Estado al Acuerdo Nacional. Colisionó en el tiempo con la Comisión Especial de Reforma Integral de la Administración de Justicia, CERIAJUS que Alejandro Toledo aprobó el 2005. 
El Acuerdo quedó en el camino y hoy es un valioso antecedente para lo que se propone. Corresponde rescatarlo.

LA HORA DE LA PRUDENCIA

En Político.pe el 26 08 16

Todos quisiéramos dejar atrás la política de los dicterios y agravios, de las denuncias y los discursos altisonantes de todos los días contra los políticos opositores. Como aquella que venía de los impolutos y eficientísimos ocupantes de Palacio, durante el régimen anterior. Y al parecer Pedro Pablo Kucyzinski con su buen humor y buena vibra es el primero en ponerle fuerza a este deseo. Pero a pesar de toda su voluntad, y de la calidad de su equipo ministerial, los episodios de errores se repiten. La respuesta parece estar en la falta de asesoría política. No todo es buena voluntad se necesita oficio y experiencia en la difícil tarea de gobernar un país como el nuestro, complejo, variado, subdesarrollado en diversos aspectos de fondo. La política no es improvisación es experiencia, se busca administrar con eficiencia y honestidad la cosa pública pero el camino como el del infierno puede estar empedrado de buenas intenciones.

No basta la victoria en las elecciones, más aún cuando el proceso ha estado al borde de la crisis de nervios y rodeado de disonancias y agravios. Enfrentar ese gran animal que es el gobierno nacional implica contar con cuadros preparados en todos los niveles, que vengan de lides anteriores, que sepan que las cornadas pueden llegar en cualquier momento. Necesitamos líderes, pocos pero muy buenos y convincentes. Con suficiente ilustración, experiencia y sigilo, todo eso en equilibrio. Porque un gobierno que se inicia puede tener la simpatía popular durante la luna de miel, como es el caso, pero no debe agotar sus posibilidades apagando cohetes y cohetecillos que desgastan credibilidad y legitimidad.

PPK está comenzando el trecho de un quinquenio que será largo, durante el cual deberá construir su legitimidad día a día. Para ello cuenta con su propia capacidad y preparación de altísimo nivel y con un equipo ministerial de gran calidad. Pero puede no ser suficiente cuando se propician nubes y nubarrones como lo sucedido con el ministro de economía Alfredo Thorne, un desliz innecesario que incumple algo básico en la política que es nunca hablar demás ni de menos. Y para ello se requiere información y asesoría. Mejor postergar declaraciones si el tema no se conoce lo suficiente. Aconsejable callar más que declarar sin sustento. Algo aplicable al mismo PPK que siendo un experimentado y capaz presidente puede verse traicionado por su entusiasmo y franqueza como ha sucedido ya más de una vez.

Recordamos las declaraciones de Alejandro Toledo que a los pocos días de asumir su gobierno en el 2001 afirmó que estaba sorprendido por lo fácil que era gobernar. Poco tiempo después la realidad desmentiría cruelmente sus iniciales entusiasmos cuando su popularidad cayó hasta rozar el dígito. Gobernar nunca es fácil y puede decirlo el régimen que fenece calificado cortamente de mediocre e incapaz. Gobernar es capacidad y sobre todo mesura para evidenciar lo delicado de la tarea de personificar a la nación y responder a la esperanza que a ojos vista encarna PPK.

Ni papelones ni absurdos que lesionan, no solo la dignidad de los cargos, fundamentalmente la autoridad política y ética. Cuando la crisis de confianza afecta la democracia y la política, como fatalmente está sucediendo, y los políticos están bajo la lupa, la norma debe ser el cuidado, la preparación y la capacidad para convencer.

Los mandamientos que ha dejado PPK a sus colaboradores están en la dirección correcta pero habría que agregar el no hablar demás, contar con la asesoría suficiente y solo lanzarse a la opinión pública con la prudencia y el conocimiento propio. Y sobre todo con mucha conciencia de la jauría de lobos que puede estar esperando desde los intereses encontrados y las oposiciones exacerbadas. El ambiente político es la primera vulnerabilidad a tener en cuenta.  Suerte.


sábado, 20 de agosto de 2016



EL “LEGADO” HUMALISTA


En Politico.pe el 20 de agosto 2016

Lo que no se abordó respecto de lo que nos dejó el gobierno de Ollanta Humala ocupó gran parte del debate político de investidura. Un reproche consistente y justificado de los congresistas fue que el balance sobre las cuentas fiscales no hubiera figurado como punto de partida de las propuestas del gobierno pues como todo el país consideran que hay una situación económica y política de parálisis que debe ser superada. Y que ello comienza con el conocimiento y reconocimiento de cifras y modalidades del presunto “legado” del gobierno anterior. Más aún existe la presunción, a descartar firmemente, de un supuesto acuerdo de permisividad, entre el gobierno que empieza y el que acaba de terminar, a cambio del apoyo electoral que habría permitido a PPK ganar las elecciones.

Y por aquí debimos comenzar. Si bien la campaña ya concluyó con sus agravios y ofensas y se trata de empezar un gobierno nuevo sin recriminaciones ni espejos retrovisores, el borrón y cuenta nueva tampoco ayudaría a construir algo consistente. La democracia es rendición de cuentas y debe ser permanente transparencia y no cortina premeditada y menos acordada. La política durante el gobierno pasado se contaminó con dicterios, investigaciones sistemáticas, persecución y ataques desde la mal llamada pareja presidencial. Perdieron el tiempo en peleas sin sentido, la megacomisión costó mucho pero no rindió en lecciones ni claridad.

El Perú que mantiene una de las economías con mayor pobreza y desigualdad de América Latina no necesita perder tiempo en batallas bizantinas pero tampoco requiere de silencios cómplices. Hay que evitar situaciones y bloqueos indeseables tanto como la impunidad que subleva.

En términos de política social toca rectificar el nivel de gasto público en salud, educación, y políticas anti-pobreza. Y precisar cómo gobernará PPK y sobre todo cómo logrará redistribuir para concretar esa revolución social que prometió ante la representación congresal. 

Si hubo o no acuerdo entre Humala y PPK no se puede reflejar en silencios, tiene que existir voluntad de sanción legal y legítima. Y también demostrarse mayor capacidad para implementar reformas que vayan más allá del neoliberalismo ortodoxo, reformas que aumenten el rol del Estado y el gasto público en educación, salud, infraestructura, seguridad, y políticas sociales, como bien señala Levitsky.

PPK es un economista distinguido, un presidente con méritos personales que muchos desconocían y que son la base de su prestigio. Tiene la confianza de la comunidad internacional financiera y seguramente la de los inversionistas más importantes pero su escenario interno está por ser conquistado, debe ganar la legitimidad que lo acompañará, ojalá, durante su quinquenio. Su credibilidad no puede ser expuesta por complicidades, silencios o protecciones al gobierno anterior que hizo de la confrontación, el agravio y la persecución una constante negativa en la política.

PPK está ante la expectativa, que él mismo ha alimentado, de un cambio social pero debe comenzar difundiendo los errores que no deberá repetir ni ocultar. Tiene la autonomía para adoptar políticas que Humala no implementó por temor a las críticas. No debe replicar retrocesos programáticos y menos callar la corrupción pasible de ser castigada porque toda impunidad arreglada merecería el repudio general.

Si como ha dicho Zavala la base de este gobierno será la cooperación para conectar con lo que une más que con lo que separa ahí está el Acuerdo Nacional para extender y precisar la acción del Estado, aumentar el gasto público sin temor a las críticas derechistas.

El nuevo gobierno está decidiendo su camino que no puede ser el del continuismo ni el de la complicidad con lo recibido. PPK quiere representar el centro político y debe hacerlo sin compromisos que puedan convertirse en lastres. Muchos ojos están sobre él. Suerte para Fernando Zavala y su notable equipo ministerial. El país lo necesita.






LA REVOLUCION SOCIAL
Y EL CENTRO POLITICO

En Correo el 20 de agosto 2016

Elegimos un gobierno de derecha que pretende ubicarse en el centro político. El modelo económico no está en cuestión, sí lo está la pobreza extrema, la desigualdad, la informalidad, las escasas oportunidades para los jóvenes, la educación y la salud en crisis. Más todavía la inseguridad y la delincuencia que atentan contra el derecho a la vida. 

Hemos escuchado la visión y los sueños sociales del presidente Kuczynski pero la forma de lograrlos o cómo empezar la revolución social anunciada debe venir del gabinete. Hablar es más fácil que hacer. Las necesidades son tan fuertes y profundas que toda propuesta aparecerá genérica o superficial y todo afán de aterrizar podrá ser tachado de temerario o audaz sin posibilidades reales. Es lo que sucedió al gabinete Zavala que en las primeras 18 horas no consiguió la seguridad de la investidura. Sus ministros debieron escuchar algunas atrabiliarias intervenciones del fujimorismo aunque las otras bancadas tampoco se mostraron complacientes pero sí más racionales y constructivas.

La presentación del gabinete ha sido buena. Estaríamos recorriendo el camino inverso de Toledo, García y Humala que ganaron la presidencia con programas de centro o centro-izquierda y desde el poder giraron a la derecha. PPK tiene una oposición sin mucha voluntad de colaborar. Debe conectar con la gente pulseando el ánimo social y popular. Su equipo económico dirigido por un antiguo izquierdista lo acompaña en sus afanes sociales. 

PPK no busca una posición ideológica, busca ubicarse en el centro entre la oposición fujimorista de derecha populista y la del Frente Amplio crítica y vigilante hasta la amenaza. La tecnocracia que maneja la economía y el excelente equipo reclutado por PPK debería superar la ineficiencia y la parálisis humalista. Es la tarea del gabinete Zavala.

   

domingo, 14 de agosto de 2016




TODOS 


CON VENEZUELA


En Político.pe el sábado 13 de agosto 2016

Venezuela, una república petrolera antes rica y hoy quebrada ha entrado en crisis terminal con inmensas colas para comprar hasta lo elemental. Un verdadero desastre con aristas humanitarias que todo el pueblo latinoamericano debe repudiar para luchar conjuntamente por el retorno de la democracia. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro tenga legitimidad de origen en elecciones populares su legitimidad de ejercicio es inexistente por los abusos reiterados y la ostensible incapacidad de gestión. A lo que se agrega la sistemática violación de los derechos y libertades fundamentales, el irrespeto al derecho a la vida cuando el porcentaje de pobres ha aumentado y la gente muere por falta de alimentos y de medicinas.

El retroceso político y social gestado por el régimen bolivariano de Nicolás Maduro es descomunal al punto que ya hay gente desesperada que sale a países vecinos para buscar desde trabajo y oportunidades hasta condiciones mínimas para vivir con dignidad.

Maduro pretende que está realizando una revolución bolivariana pero lo que ha conseguido es una involución social, política y económica que puede terminar en cualquier momento en un estallido de rebeldía y rechazo con repercusiones regionales, como bien lo señaló Henrique Capriles de visita nuevamente en nuestro país.

Aquí ya no se trata de ideología sino de indignación que motiva la solidaridad con el pueblo venezolano sufriente. Aquí no hay antiimperialismo que valga o justifique la ineptitud de un gobierno que a ojos vista tiene serios problemas de ineficiencia y corrupción.

La oposición venezolana quiere darle la palabra al pueblo a través de un procedimiento revocatorio constitucional pero el gobierno dilata la consulta ciudadana porque teme la derrota. Confiar en el diálogo con un gobernante que avasalla a la prensa, manipula e impide la acción política libre, que mantiene líderes opositores en la cárcel es una ingenuidad.

El gobierno de Ollanta Humala fue insensible con la situación venezolana, tal vez por sus conocidas conexiones con Hugo Chávez, pero PPK, nuestro actual presidente, se pronunció positivamente desde su campaña por defender la democracia en Venezuela y coherentemente recibió a Capriles y defendió la revocatoria como instrumento constitucional.

El Legislativo ha hecho lo propio al aprobar por 103 votos la moción multipartidaria que, con la excepción del Frente Amplio, expresa la solidaridad y preocupación por la crisis política en Venezuela. Lamentable que los legisladores en contra y los que se abstuvieron pusieran por delante aspectos ideológicos plasmados en otra moción que no convenció y no fue admitida a debate.

La dictadura venezolana ha llegado a límites inadmisibles. La comunidad internacional, en especial la regional, debe apoyar la consulta ciudadana para evitar que Maduro dilate los plazos e impida su concreción a tiempo. No son asuntos internos, a todos interesa el retorno a la democracia en el país de la bandera tricolor y de los llanos festivos. 

La continuidad de Nicolás Maduro es una amenaza.



HOJA DE TIEMPO

HOY 

EN LAS CALLES


Correo, 13 de agosto 2016

Hoy es la marcha de todos para defender a todas. Porque las mujeres necesitan protección. Constituyen paradójicamente el lado más fuerte y el más frágil de la sociedad, el más valorado y el menos apreciado, según se mire. Cuando se habla de exigencias y entregas generosas ahí estamos las mujeres pero también en los dramas, maltratos, discriminación laboral, crueldades. Ambivalencia y doble moral cuando no se sabe valorar al elemento femenino, aquel que da todo de sí, desde la vida hasta el sacrificio cotidiano, para formar hombres y mujeres que serán el relevo poblacional de su nación y de la humanidad.

Toca a las madres formar hombres más respetuosos y menos machistas, que sepan que una mujer que sufre puede no hablar, no protestar, no quejarse pero su dolor impregna a la sociedad de infelicidad. Y ahí está esa contradicción perversa de admitir como natural el silencio de la mujer, su ausencia de denuncia, su aceptación del flagelo que no se compadece con su valentía cotidiana, con su fuerza para con sus hijos, luchando por ellos hora a hora y minuto a minuto como lo vemos en nuestras madres jefes de familia por deserción irresponsable de los varones.

Por eso es importante salir a las calles masivamente a manifestar, a gritar la igualdad y el rechazo colectivo a la indefensión, a exigir de todos, en especial a jueces y policías, el mayor respeto por la mujer. La sociedad en las calles exhibe su fuerza moral para respaldar a las mujeres que siendo tan fuertes para proteger a sus familias pueden ser débiles para denunciar al agresor permitiendo esa fuerza bruta y criminal que todos repudiamos. Y para exigir justicia para castigarla. Ahí estaremos.


Solidaridad con Venezuela 

sábado, 6 de agosto de 2016



CHEQUEA CON EL ‘PRESI’

Publicado en el Portal Político. pe el 05 08 16

Pedro Pablo Kuczynski está instalando un nuevo estilo de gobierno en las antípodas del humalismo que con la confrontación y la diatriba cotidiana envenenó las relaciones políticas. PPK exhibe entusiasmo, buena fe y buena voluntad que lo llevan a veces a excesos y gazapos que requieren traducción y disculpas. Felizmente tiene un premier concertador que se preocupa por los puentes y los diálogos y los concreta con habilidad inesperada. Pero debe cuidarse.

Antes de su primera sesión del gabinete ministerial, nos ofreció una sesión de gimnasia como mensaje positivo de la necesidad del ejercicio físico y al terminar dicha sesión dio a conocer los "Siete mandamientos" que sus ministros deberán cumplir mientras estén en el cargo.

1. Debes ser absolutamente incorruptible.
2. No te ‘infles’, sé modesto.
3. Recibe a la gente.
4. Conoce tu Perú, viaja por las regiones del Perú
5. Ocúpate de tu ministerio, no de los otros.
6. En caso de duda, chequea con PCM o con el ‘Presi’
7- Toma las cosas con calma, sonríe y reza

Importante recordarlos pues constituyen el marco para la rendición de cuentas en que la impronta personal de cada ministro tiene peso definitivo. En la primera sesión del gabinete dieron a luz las primeras propuestas que en seguridad y en salud parecen muy acertadas.

Estamos ante un presidente experimentado en la vida y en la política, con facilidad para enviar mensajes sencillos y profundos, para despertar la esperanza y exigir la colaboración y la coherencia ética, tanto de la gente que ha designado como de la población que deberá adecuarse a un estilo diferente y cercano de gobierno.  

PPK exhibe gran voluntad de comunicarse con la población que lo invistió como mandatario. Directamente y a través de los medios. Pero el entusiasmo puede jugarle malas pasadas y no todos los auditorios pueden responderle con el beneficio de la duda y de la buena fe. Vemos que la tienda naranja se asume como oposición responsable aunque hasta el momento ha exhibido hostilización y críticas banales que sus mismos electores desautorizan. Nadie acepta la permanente descalificación y el prejuicio y menos aún a congresistas a los que nada gusta. Ojalá esta actitud no se refleje en obstrucción futura y menos en la investidura del gabinete Zavala.

Cuando el país necesita propuestas y colaboración la mala fe y la discordia sistemática no tienen espacios. La persistencia personal de PPK al frente de la lucha por la delincuencia y su deseo de activar y presidir el Consejo Nacional de Seguridad merece la aprobación de todos, la ampliación de atención de los hospitales del MINSA también. Demasiada beligerancia molesta y hace recordar al estilo humalista. Por eso bienvenida la actitud presidencial de atender las críticas y de escucharlas pero con el tono no muy alto.

PPK no vive en una nube, pisa tierra sin dejar que la hostilización lo paralice. Sabe que está gobernando un país que electoralmente se dividió en dos mitades y no quiere una versión peruana de la cohabitación francesa que permite dos cabezas -una del Presidente y la otra del primer ministro, que pueden responder a Gobierno y oposición.

De ahí su afán de conseguir gobernabilidad con base en la gente, conectar con la que votó por él, por ser la alternativa opuesta al fujimorismo, pero también con la que no votó por él, propósito difícil pero no imposible. Por ahora trata de buscar los consensos mínimos respecto de la seguridad y el derecho a la vida para desterrar la criminalidad que azota la capital y las principales ciudades del país. A lo que se agrega la ilusión por el relanzamiento de la economía y de la inversión privada.


PPK impulsa lineamientos éticos y políticos que forman ya una nueva Hoja de Ruta para tener al país de su lado. Busca dejar atrás el marasmo humalista para dar muestras de acción y eficiencia. Ha comenzado a construir la legitimidad que lo acompañará, ojalá, durante toda su gestión. Quiere recorrer el país, que sus ministros también lo hagan y para cualquier duda que chequeen con el “Presi”. Suerte.


¿LA GRAN 

HOSTILIZACION?


En Correo el 06 08 16

De la esperanza  generada por la salida del poder de los Humala Heredia y por el positivo discurso de PPK, descendemos aceleradamente por una pendiente de críticas y de malestar que apunta negativamente a todo lo que se mueva.

PPK tiene un ministro cordial, que tiende puentes, lo que no debería contradecirse con el estilo presidencial familiar, alegre y campechano y menos aún con su linaje académico e intelectual que permite esperar alocuciones mayores muy bien pensadas como la que nos ofreció este 28 de julio celebrada por el 90% de peruanos. Intervenciones de fondo que deberá combinar con diálogos dinámicos y ligeros a través de una cadena radial local.

Pero estos afanes de comunicación masiva de PPK no deberían chocar con una feria de críticas y hostilidad, de comentarios de rencor y mala fe, como los que generalmente exhiben los malos perdedores. Al fujimorismo y en especial a su candidata le convienen hacer buena letra en este quinquenio. La polarización sigue activada y el antifujimorismo los responsabilizará por críticas excesivas y mal intencionadas como sucedió con la consigna del silencio de aplausos que la bancada naranja aceptó obediente en el Congreso.


Que la hostilidad de una oposición mal entendida no se refleje en la distribución de comisiones y menos aún en la investidura del gabinete Zavala que ha dado muestras de buena forma física y de reflejos políticos acertados en sus primeras medidas anunciadas. El bullying político no es oposición ni es propuesta. No queremos guerra ni discordia sistemática, la escuela humalista que envenenó la política cotidiana debe quedar atrás.