LA REIVINDICACIÓN
DE JAVIER DIEZ CANSECO
Publicado en Político. pe el 06 04 16
Pasaron tres años de la muerte física de Javier
Diez Canseco, respetado político de la izquierda peruana, pero todavía no se ha
producido la reivindicación de su nombre vía el acatamiento de la resolución
judicial que declaró nulo el Informe Final de la Comisión de Ética que lo suspendió
bajo el falso cargo de haber propuesto un proyecto de ley para favorecerse.
La
Comisión de Constitución del Congreso, en respuesta a un pedido del Consejo
Directivo ha recomendado reparar la injusticia que a todas luces afectó su vida
y que a pesar de sus esfuerzos y pedidos solo llegará post mortem.
El
episodio de su malhadada suspensión dejó en claro los escasos escrúpulos de la bancada
oficialista que tomó venganza de la crítica ética que levantó Javier Diez
Canseco junto a otros valientes legisladores por el abandono de Ollanta Humala
de sus promesas electorales. También vieron la oportunidad de venganza aquellos
que se sintieron afectados por la energía y la consecuencia con que el
legislador denunció la corrupción y la violación de los DDHH durante el
fujimorismo y activó junto a los dirigentes de los partidos democráticos la oposición
contra la autocracia fujimontesinista que depredó el país.
Dada la
gran mayoría naranja en el congreso que viene es evidente que ese desagravio ya
postergado nunca llegará a pesar de su justicia y de su urgencia ética. Por eso
corresponde al Congreso que está por terminar culminar esa tarea que no es
ideológica ni política. Si el poder que elabora las leyes de la república debe honrar
la verdad debe entonces reparar el daño infligido a Javier Diez Canseco y a su
familia.
Le toca publicar las sentencias judiciales que anularon una mal tomada
decisión y difundir el informe de la Comisión de Constitución que obliga a proceder
formal y oficialmente a su desagravio. Esperamos que Luis Iberico con su
proverbial corrección impulse este acto de justicia que daría una instrucción
moral de rectificación y el mensaje de que el Congreso sabe cumplir, más allá
de intereses subalternos, el mandato del Poder Judicial y lo que la verdad
exige. No todo puede estar mal en el Congreso y la ejecutoria de la Comisión de
Constitución lo testimonia.
Los valores son los valores y la consecuencia, sin
ideologías de por medio, enaltece personal o institucionalmente a quien se
reviste de ella.
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