TIA MARIA COMO LABORATORIO
Para Portal Punto de Encuentro. 16.05.15
Arde Arequipa y el estado-gobierno, la clase política y
empresarial dejan hacer y dejan pasar en el más puro estilo liberal. La
violencia cunde con lamentables pérdidas humanas y materiales. El Presidente da
un esperado mensaje y lo que entrega son generalidades y obviedades dejando la
definición a la empresa. Esta se apresura a recoger el guante y se toma una
pausa que no es ni suspensión ni retiro. Según Humala el gobierno ha defendido
el Estado de Derecho y la estabilidad que no le preocupan cuando deja correr
impunemente los rumores de cierre del Congreso. Tampoco le preocupan sus
contradicciones y no hace falta que lo diga porque eso se ve claramente. Humala
perdió la oportunidad de llenar el vacío de liderazgo que se ha visto clamoroso
durante más de 50 días de huelga y de violencia.
Lo importante es que Tía María es un laboratorio que
podría definir el destino del país en los meses que vienen. Porque nadie
gobierna solo con la fuerza, hay que convencer y generar confianza como esencia
de la política que aparece ausente como si la región convulsa no perteneciera
al Perú. Y eso no se logra con indefiniciones ni poniéndose de perfil. El
proyecto es por ahora inviable y debe entenderse su complejidad sin reducirlo a
esquematismos ofensivos.
Fue la empresa la que decidió, en la práctica lo
suspendió cuando todos estaban de acuerdo que la falta de licencia social y la
exacerbación regional es determinante. Y cuando la violencia va hacia mayores
evidenciando clamorosos vacíos por inacción o prescindencia.
Nada justifica el costo ya pagado y menos la ausencia de
autoridad que motiva desconfianza en la democracia y en la justicia. Ni el estímulo
a la inversión extranjera ni la defensa de la agricultura o el medio ambiente
valen la pérdida de vidas. Dicen que apuestan por el diálogo pero el que se ha
instalado es uno de sordos que deja el espacio a la barbarie en las antípodas
del desarrollo que se pretende estimular. La explotación minera no es mala en
sí misma pero debe ser responsable, no son admisibles ni la voracidad de las empresas
que buscan extraer la riqueza con mínima inversión y máxima ganancia ni la
polarización ideologizada.
Confrontaciones como ésta se dan en todo el mundo cuando se
contamina la naturaleza. El Perú minero tiene muchas posibilidades con sus ingentes
recursos pero debemos explotarlos con responsabilidad y aceptación social. No es
solo la manipulación que realizan los antimineros como se pretende. No
despreciemos el sentido común de la gente que se siente amenazada. Ni el estado
de emergencia ni la represión cambia las mentes. No se gobierna solo con la
fuerza. Ya lo aceptó en su momento el Humala candidato.
El
problema es que la solución, la pausa, ha venido de la empresa sin que durante
el proceso se levanten los cuestionamientos a los políticos y al propio
gobierno por su perplejidad e inacción. La población rechaza a un presidente que parece
estar en otro mundo mientras deja hablar a los fusiles. Que sale a dar un
mensaje que no resuelve nada. Tía María ha sumado errores del gobierno y de
los líderes sociales que han hecho de la violencia su único idioma. Para
recuperar la legitimidad y la confianza se necesita mucho más, una mejor respuesta
para los próximos 60 días que ha definido la Southern. Este plazo sigue siendo
un gran desafío político que marcará el tratamiento de los conflictos que ya se
anuncian en una larga lista amenazante. Que Dios nos coja confesados.
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