sábado, 11 de abril de 2015


 
 
¿ACUERDO TÁCITO?

 
Publicado en Correo el 11 de abril del 2015
 
http://diariocorreo.pe/opinion/acuerdo-tacito-579157/


23 años después retornaron los temores de una intervención civil militar tipo cinco de abril. Nada más indeseable pero el fantasma permanece en algunos ambientes aunque en otros haya sido rápidamente conjurado en atención al objetivo político común de preservar la democracia. Ello a pesar del mismo Presidente que después de colocar a su ministro más confrontacional como premier continúa alentando el conflicto contra el dialogo que Pedro Cateriano ha logrado instalar desde que como político y demócrata sabe que no todo puede ser guerra. Por eso conversa y apuesta positivamente por el voto de confianza del Congreso y sintoniza con el objetivo mayor de la culminación del periodo constitucional. Paradójicamente no es el nacionalismo el que pone los paños fríos, no es el presidente el que busca la serenidad con madurez cívica, por el contrario se prodiga en censurables exabruptos que dan la idea de que no acepta que el Perú necesita estabilidad por encima de todo.

El diálogo con Cateriano viene funcionando a diferencia del convocado por Ana Jara que fue solo una reunión de amigos con el único resultado de reorganizar una DINI antidemocrática al punto de provocar la mayor derrota política del gobierno con la censura de la dialogante. Y gracias a este talante del premier y a la madurez de la oposición parece haber surgido un acuerdo democrático para que los políticos depongan circunstancialmente sus banderas de lucha y acepten la investidura del gabinete Cateriano. Alan García, presunto mayor enemigo del premier, marcó prontamente el tono de la etapa al decir que “el aprismo se mantendrá en serena y vigilante expectativa”. Cateriano se beneficia con la visión del estadista y capitaliza el interés común por superar el frenazo económico, la disminución de la inversión pública y privada, el desempleo y la inseguridad que vienen dando la imagen de un gobierno débil y de un Estado ineficiente. Estamos ante un pacto tácito útil y saludable para estos meses en el objetivo de evitar el cierre del Legislativo. Aunque a partir del 28 de julio – ya en plena campaña electoral- podrían recomenzar las hostilidades. Ojalá no fuera así. Cateriano debería ser el último premier humalista. El país necesita prioritariamente descartar nuevas crisis sin forzar situaciones extremas ni ambiciones desmedidas.

 

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