lunes, 30 de marzo de 2015


¿GABINETE DE CONSENSO?



Publicado en Correo el 28.03.2015

Ana Jara parece estar en capilla. No es su primer momento difícil, su investidura la pasó raspando y ya enfrentó un primer escándalo de la DINI. Pero el más reciente, no sabemos si el último, desbordó su capacidad de respuesta. La indignación social reclama al responsable político que en este caso es ella y no el Presidente en ejercicio. La caída de un gabinete es una medida extrema y no se sabe si la oposición logrará los votos. Pero con censura o sin ella la renovación política debe darse. La desconfianza aumenta cuando se ve que el gobierno se cree todo permitido. La necesidad de detener la prepotencia alienta el cambio de ministros. Junto a ello la debilidad de un gobierno aferrado a absurdos argumentos para justificar el espionaje masivo como si fuera una práctica banal.

No lo es. La DINI tiene el antecedente de la inteligencia de Montesinos para la perpetuación fujimorista en el poder. Y podría seguir en esa onda con la diferencia de que la presente masificación del espionaje ha sido conseguida vía el mayor presupuesto que habría permitido la tercerización de los servicios de inteligencia con agencias particulares que podrían quedar fuera de control de los mentores del operativo. ¿Estamos ante la privatización de la DINI? ¿Podríamos esperar más miles de búsquedas en Lima y en provincias? ¿Cómo hacer entender a los personajes de Palacio que poder no significa subordinar a los políticos por el amedrentamiento o el chantaje?   

Si se produce la censura debería darse con madurez y sin desestabilización, es un mecanismo constitucional que podría dar paso a un gabinete renovado que asegure lo que queda del gobierno de Ollanta Humala sin desorden ni desconfianza.

Estamos ante una crisis severa -aunque el gobierno no lo quiera aceptar así- y la respuesta debería ser de unidad nacional, con un premier independiente que pueda trabajar los consensos para reconducir el barco que se entregará en julio del 2016. La responsabilidad es del gobierno pero también de la oposición, es interés de todos enfrentar racionalmente la deslegitimación, la inversión privada disminuida, los conflictos sociales que se exacerban, la lucha contra la corrupción y la inseguridad más un gran etcétera en el cual pueden estar las dramáticas catástrofes naturales que estamos viendo y las que se anuncian. Esperemos.

 

domingo, 22 de marzo de 2015


 
TODOS FICHADOS

 
Publicado en Correo el 21 03 15
 
Nuevamente la inestabilidad acecha al gobierno de Ollanta Humala. La bomba periodística de los Dinileaks estremeció al país y al Congreso. El mismo servicio de inteligencia que ya había hecho noticia –también denunciado por esta casa- persiste pero esta vez masivamente con acciones de reglaje, seguimiento y espionaje social como en los peores tiempos del montesinismo. La DINI -no reorganizada pero si muy reforzada presupuestalmente- continúa en su línea de control político. El asunto es grave, crece la desconfianza ante un gobierno policiaco sobre todo porque lo publicado podría ser solo la punta del iceberg. Supuesto peligrosísimo para una democracia que se pretende tal.

Ana Jara se apresuró a asistir al Congreso con un discurso que pretendía soslayar la severidad del caso apuntando a que se trata solo de información oficial. Al final de la larga jornada debió entregar las cabezas de la DINI cuando se veía ya al borde de la censura. ¿Dónde están las garantías del Estado de Derecho? La lesión a la confianza es inmensa, el escándalo se justifica, la alarma es comprensible dada la cantidad de gente involucrada. ¿Cuál es la intención de tener información de miles de ciudadanos con algún tipo de poder? Gran pregunta. Y lo más importante ¿quién dio las órdenes? Difícil que el gobernante no lo supiera y menos aún en vísperas de una campaña electoral que se anuncia con escasos límites éticos. ¿O es que la inspiración castrense y el imperio del montesinismo que vivió le han dejado la relativización y la aceptación de formas vedadas de hacer política?

A ojos vista no se trata de contrainteligencia pues la información recopilada no se vincula a riesgos para la seguridad nacional sino a bienes raíces, vehículos y empresas de particulares. La bola está corriendo y no se sabe cómo terminará. Por el momento el rechazo nacional al espionaje masivo -altamente irregular con fuerte riesgo de uso indebido- crece. Una investigación estricta, más allá de la reorganización de la DINI, deberá ser exigida para precisar de modo contundente a los responsables políticos. Aunque para el oficialismo no haya pasado mucho, nadie podría aceptar como normal que en un gobierno que se afirma democrático todos estemos fichados.

 

sábado, 14 de marzo de 2015


 
NADA LE GUSTA A USTED,
TODO LE PARECE MAL


Publicado en el portal Punto de Encuentro 12 03 15
 
Los del título son los primeros versos de una alegre polca criolla con la que celebramos ese ánimo tan negativo que tenemos los peruanos que nos coloca siempre en la onda hipercrítica y descarta de plano la posibilidad de que suceda algo diferente o que simplemente mejore lo presente. Nada nos gusta y todo nos parece mal, Nos falta esperanza e ilusión pero también energía para cambiar nuestro mundo y nuestra sociedad.  

Esa especie de inercia tóxica pone a la sociedad contra los políticos que siempre decepcionan y no están jamás a la altura de lo que prometieron, sin hablar de cuando directamente cambian de programa como sucedió en el 90 con Alberto Fujimori y diez años después con Ollanta Humala. Ya elegidos es tan fácil dejar atrás las promesas sobre las que se construye el contrato social con que el electorado les dio su voto en una entrega que culmina  lamentablemente en la frustración y en la hipercrítica. El problema es que con esta actitud de rechazo radical arrojamos el agua sucia con el bebe adentro, terminamos con toda posibilidad, sin rescatar nada de lo positivo.  

Así descalificamos a todos los políticos porque son incapaces, inútiles, mediocres, roban y no hacen obra. Y los que no  merecen tales denuestos se retiran justamente indignados  y agraviados para dejarnos sin posibilidad de recuperar la política como actividad indispensable para la organización y el progreso de la humanidad. La crítica es a la medida de nuestra decepción pero ella no obsta para que avance hacia la voluntad de construir una mejor sociedad dando espacio a mejores políticos. Exigiendo y depurando ese factor humano del que dependen las decisiones que afectan a todos. Debemos mantener aspiración e ilusión para no condenarnos al páramo, proscribiendo la carrera política que nos debe llevar al progreso y al desarrollo desde manos honestas y calificadas. Hugo Neira hace un correctísimo alegato por la carrera política responsable y bien construida. Y menciona que en su ausencia se ha producido el suicidio de anchas colectividades. Los mayas, Bizancio, Roma desde el siglo II, y también casos nacionales como el Japón de Pearl Harbor. Todo ello para advertir que podríamos estar a dos dedos de esos abismos en la medida en que nos regodeamos en el odio a la política cuando más la necesitamos pero evidentemente una que convenga a los intereses nacionales. Por ello Neira rechaza que se haya puesto de moda el despreciarlos, así sin alternativa.

Conocemos malos políticos pero también brillantes, íntegros y honestos, entregados a su misión con lucidez y esfuerzo. No todos roban ni entrar a la política solo a enriquecerse, ahí tenemos a Valentín Paniagua, Fernando Belaunde, Alfonso Barrantes, Gustavo Mohme Llona, Héctor Béjar, Bedoya Reyes, Armando Villanueva y el mismo Haya de la Torre que vivió con sencillez. Necesitamos políticos de esa raza, maduros y experimentados, pero también jóvenes que mantengan la ilusión y la admiración a quienes eligen de guías y conductores, porque los discípulos quieren creer en políticos orientadores y seguros que comparten con ellos la visión de un país que avanza.

Mis queridos alumnos de la Escuela  de Ciencia Política de la Universidad Federico Villarreal me dan lecciones de positivismo cada día, de equilibrio entre las penas y las ilusiones y de esperanza en los proyectos que bullen mientras se preparan. Porque están siguiendo la política como una carrera en la que empeñarán  su vida y se resisten a apostarla como un viaje utilitarista y de placer, solo para sacar tajada propia. Saben que la única posibilidad es ligarla a los estudios, a la capacitación a aprender cada vez más la expresión y la comunicación para ser solventes a la hora de la responsabilidad. No tengo duda de que descartan la política como el camino del aprovechamiento y de la informalidad desregulada, los estudiantes están decididos a adecentar la política, a ligarla con la ética en las oportunidades posibles. Y en eso los mal llamados Pulpines nos han dado una lección inolvidable, sus arrestos ordenan el panorama de las exigencias y los valores, su fuerza es un detergente para descartar negativismos y viejas ideas.

Ahora la Internet da nuevas herramientas, el diálogo se enriquece con las redes sociales pero necesita operadores inspirados en esa  nueva política que deseamos para que la juventud bien preparada e intencionada tome las riendas como esa nueva generación, motivada, formada y llena de ideas y proyectos. Nuestros alumnos están reconstruyendo la imagen de la política con ideario y acción, dispuestos a ejercerla a tiempo completo. Necesitamos que lo sigan haciendo, los esperan los puestos de honor que, como dice la canción, un día habrán de ocupar.

 


TIEMPO DE CORTINAS DE HUMO

 
Publicado en Correo el 14.03.2015 
 

Congreso muy movido esta semana. Desde la patética discusión sobre la Unión Civil en la Comisión de Justicia con argumentos retrógrados y homofóbicos propios del siglo XIX. Pasando por el debate de la curul vacía con importante énfasis en la responsabilidad del partido que designa candidatos ya que no habrá reemplazo por accesitarios. Pero la cereza de la torta ha sido el informe de la Megacomisión para acusar por violación constitucional al ex presidente Alan García e impedir que participe el 2016. El asunto es complejo, ni tan fácil ni tan rápido eliminar a un adversario político vía una mayoría congresal. Si así fuera la democracia y el derecho de los ciudadanos a la elección estaría en peligro. 

¿Competencia de cortinas de humo para que el gobierno desvíe la atención de sus graves problemas? La oscuridad de las cuentas para sus campañas electorales y la proximidad del retorno de Martín Belaunde Lossio a suelo peruano les quita el sueño. No les falta razón desde que el empresario señaló que no iría solo a la cárcel. Compañía no le faltará si suelta la comprometedora información que guarda. Y esa es la madre del cordero. La atención pública se distrae conveniente y sucesivamente. Primero con el espinoso tema del espionaje pagado por Chile país del cual ya se han recibido satisfacciones y se exigen seguridades de que no se repetirá. Ojalá así sea. Pero mientras eso se procesa ahora nos traen la eliminación posible de un candidato de fuerza.

¿Es cierto que el líder aprista no postulará por la acusación constitucional que se deriva del trabajo político de la Megacomisión de Sergio Tejada? Corresponde esclarecer el tema y colocarlo en proporción. Primero no olvidar que el Congreso vela armas por haberse colocado de espaldas al Poder Judicial e incluso al Tribunal Constitucional que cuestionan el debido proceso. Sin entrar al fondo del asunto, la decisión del pasado jueves no es para nada definitiva, deberá ir a la Subcomisión de acusaciones constitucionales para retornar al pleno, falta un buen trecho, opiniones, idas y venidas políticas cuando la campaña prácticamente ya comenzó. Será el Jurado Nacional de Elecciones quien decidirá si la candidatura de AGP se inscribe o no teniendo en cuenta las sentencias del Poder Judicial -al que Francisco Távara pertenece- que han amparado los derechos del expresidente. Y en lo internacional la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos son muy cuidadosas con la inhabilitación de candidatos presidenciales, exigen normas precisas, pulquérrima  tipicidad  con debido proceso que culmine en sanción, algo de lo que todavía el caso AGP está muy lejos.

 

sábado, 7 de marzo de 2015


 

 
EL PODER DE LOS MEDIOS

Publicado en Correo el 07 de Marzo del 2015
 
Nadine Heredia está involucrada en una espiral de denuncias de las cuales los medios solo exhiben la punta del iceberg. La inexperiencia política pasa factura. Ella y su cónyuge recibieron una alta financiación para sus campañas y sus cuentas no han sido las más prolijas, precisas o convincentes. No es original, la mayor parte de partidos tienen mucha habilidad para agenciarse recursos pero no tanta para dar cuentas transparentes. Aunado a ello está la amistad con el prófugo Martín Belaunde Lossio, empresario afortunado con evidentes influencias políticas del más alto nivel. Sus negocios le han generado millones de soles de procedencia desconocida u oscura por lo cual se ha convertido en un hombre bomba que podría estallar en cuanto ponga los pies en Lima. El oficialismo parece no tener mayor interés en traerlo lo cual es comprensible. La ciudadanía pide investigación sobre las sombras y penumbras y exige que nadie tenga corona, ni la esposa ni el cuñado del presidente pero tampoco ningún ex ministro como Daniel Urresti. El clima se exacerba y para nada ayuda que el mandatario salga a defenderlos con parcialidad censurable. Y menos aún que se señale a los medios de comunicación como los culpables de “periodicazos” que influyen en magistrados y fiscales para que los incriminen. No es así. Si bien existe un reconocido poder mediático un extremo inadmisible es afirmar que los medios crean realidades ficticias de comienzo a fin. Hay un gran protagonismo de la prensa, de cuyas denuncias están surgiendo investigaciones, pero de ahí a que presione a los fiscales para que investiguen a Heredia por lavado de activos hay enorme distancia. Si dichas denuncias no tuvieran base real ninguna investigación sería posible. La prensa no es el enemigo, su poder debe estar equilibrado con el poder que emana de las urnas lo que no significa que se inhiba de su obligación de denunciar. En este caso no existe el “cargamontón” periodístico que el gobierno pretende y las actitudes agresivas y defensivas solo dejan espacio a mayores sospechas. Ollanta Humala y Nadine Heredia deben ser los más interesados en emerger limpios de las investigaciones que correspondan. Sin cortinas de humo ni maniobras de distracción. Ojalá así sea por el bien del gobierno, de la gobernabilidad y de la democracia.