sábado, 23 de agosto de 2014

SOLUCION PARA LOS MEDICOS


LA HUELGA MAS LARGA

Publicado en Correo 22 08 14
 
La huelga médica es un demérito para las autoridades que no han sabido, no han podido o no han querido encontrarle solución. Qué democracia puede ser la que no dialoga, desautoriza, descalifica y reprime a sus médicos, profesionales que tienen en sus manos la vida de la gente. Cumplieron más de 100 días y la Federación Médica Peruana y el Colegio Médico han debido rechazar las bonificaciones ofrecidas por írritas y ofensivas. Diálogo de sordos. Enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Mandiles blancos contra varillas, bombas lacrimógenas y caballos, médicos detenidos y golpeados.
Seis soles diarios de incremento para profesionales con 12 y 15 años de estudios mientras hay ministras que ganan 30 mil soles sin haber estudiado. Algo anda mal en la lógica de este gobierno. O alguien se beneficia con la huelga y su dilatación o es descomunal incapacidad para resolver los problemas. Uno de sus pedidos es participar en la reforma de salud que es evidente no podría hacerse sin los médicos.  Puro sentido común ausente en las filas del gobierno sordo,  distraído e ineficiente.
El gobierno no ha cumplido con la escala remunerativa de las actas firmadas en 2012 y 2013. Esta huelga blanca se ha convertido en el ícono de la escasa credibilidad gubernamental ahora en su punto más bajo. Si Jara no aborda su solución es que no le interesan los 200 millones de pérdidas en los hospitales ni los millones de consultas externas relegadas y menos las miles de intervenciones quirúrgicas pendientes.
Por supuesto que los médicos deben pensar en los enfermos y no en los bolsillos, como dice Bambarén, pero no significa admitir que los atropellen y  que la administración sectorial esté sorda a sus reivindicaciones salariales, a sus protestas por la privatización de la salud y menos aún ante las condiciones en que trabajan.
Los servicios de emergencia, para los cuales nunca hay huelga, siguen funcionando abarrotados, imagen misma de la deteriorada salud pública. Pacientes por todos lados, camillas y sillas de ruedas. Más allá de las cifras y las distorsiones, el gobierno está obligado a resolver problemas y el de la salud es apremiante. Que la primera ministra recorra los hospitales, que converse con los médicos para que vea el error político de pasar por alto una huelga de estas dimensiones y con tal efecto social. Que se discuta y se negocie pero que no se ignore, se esconda y menos aún se omita.

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