LUIS CASTAÑEDA:
¿SILENCIO O CIBERPOLITICA?
Publicado en La Primera 09 08 14
La política tiene mucho que ver con los medios de comunicación usados para convencer y legitimar. Los teóricos del liderazgo hablan de “liderazgo distribuido” y presentan imágenes de líderes en el centro de un círculo y no en la cima de una jerarquía. Siempre que los líderes desarrollen una estrategia de poder inteligente. Y en este punto Luis Castañeda Lossio está siendo cuestionado. Sus contendores no se explican su altísima intención de voto para la alcaldía metropolitana lograda sin presentaciones en los grandes medios y sin discursos públicos ante los electores. Le dicen el Mudo porque presuntamente no habla pero está comunicando y dando la cara en otros espacios menos públicos pero suficientemente eficaces.
No extraña que se descalifique una práctica no usada
o que se inventen enfermedades penosas y terminales mientras Castañeda sigue adelante
con su astucia. YouTube, el fenómeno informativo del siglo XXI, es el gran paso
en la democratización de la información. Y los políticos que lo han entendido
han dejado la política tradicional para abonarse a la de la red. Poco después
de la primera victoria de Barack Obama tuvimos en Lima un conversatorio
organizado por Transparencia para un pequeño auditorio, con uno de los
responsables de la campaña digital demócrata. Un hábil manejo de las redes
sociales, el uso de videos y audios en YouTube o Google Video hicieron la
diferencia con las campañas convencionales, sin costo, sin presiones políticas y
sin aristas ideológicas perceptibles, llegaron a un público interesado únicamente
en la información electoral.
Ségolène Royal, la lideresa socialista francesa, fue
la primera que asumió el cambio y lo aplicó en democracia. Adaptó su acción a
las características y exigencias de los diferentes públicos. El segundo fue
Barack Obama, y su audaz uso de la tecnología, para sintonizar con sus
electores, y sostenedores económicos que coordinaron a través de la red y del
correo electrónico. No es posible imaginar su ascenso, su nominación como
candidato demócrata y su elección y reelección a la presidencia de EEEUU sin sus
imaginativas campañas en internet. Con correos electrónicos e informes de cada
una de sus actividades y declaraciones. En YouTube todos pudieron ver desde el
más antiguo al más reciente de sus discursos.
Castañeda no es mudo, usa la red pero también se
moviliza en circuitos cerrados ampliando sus actividades partidarias. Usa correos
electrónicos personalizados y transmite mensajes repartiendo la ilusión de
obras para Lima. Que la prensa no lo vea no quiere decir que no exista. Que los
contendores no puedan discutir con él no implica que los ciudadanos reclamen
ese debate. Que los contactos se limiten a la red no supone que no convenza.
Faltan dos meses para elegir gobiernos locales y
regionales. Seguramente en algún momento el candidato solidario ingresará a las
pantallas y a los grandes medios que le exigen hablar. No sabemos cuándo ni
cuánta falta le hace pues sus activistas parecen ser muy eficientes. Veremos el
resultado pero hay una lección para pensar en las nuevas tecnologías, ojalá para
reformular el modelo de nuestros partidos.
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