domingo, 29 de octubre de 2017


PAIS DE VIOLADORES


Mi columna HOJA DE TIEMPO en Correo el 28 10 2017

Todos estamos indignados. La violación de la jóven empadronadora por un criminal desalmado ha sido la gota que colmó el vaso. Se suma a las imágenes de golpizas que pueden llegar al feminicidio y a las cifras que colocan a nuestro país entre los más violentos del mundo. Es entonces explicable la ola de rechazo por el maltrato cotidiano contra la mujer.

Lamentablemente nada de lo que hasta hoy se ha podido hacer en concientización o en represión ha podido disminuir este fenómeno que tiene mucho de cultural en un fondo de pasividad. Por eso fue tendencia en Twitter la frase Perú País de violadores que ha sido repercutida miles de veces con tristeza, dolor y rabia.


Sin desconocer estos sentimientos y atendiendo a que la defensa de la mujer debe ser una bandera asumida por todos los peruanos de bien, debemos rechazar esta generalización ofensiva. Que existan miserables que no tienen claros sus valores, que han trasgredido leyes y normas de convivencia humana, no quiere que todos los peruanos deban ser satanizados. Que todo el país sea colocado en ese infierno descalificador atenta contra la moral colectiva. Que los hombres correctos que rechazan esta situación se encuentren dentro de los criminales cuando su conducta ha sido siempre respetuosa no es justo ni para ellos ni para la imagen del país. Tampoco para los jóvenes y los niños que empiezan a socializar y se encuentran con estas palabras estigmatizantes. 

Es tiempo que los medios de comunicación asuman responsabilidad para que esta frase tendencia no se extienda. Si bien en las redes sociales no existe mucha prudencia si la deben tener quienes afirman que la autoregulación mediática es la opción para que contenidos desmoralizantes no hagan su camino en la mente de la gente. Los peruanos necesitamos creer y saber que estamos más cerca de la ética que del crimen. 
LA IRREAL INDEPENDENCIA 
DE CATALUÑA
En Político.pe del 28 10 2017
Las últimas noticias sobre el independentismo de Cataluña encogen el corazón. Nuevamente la división y el enfrentamiento entre españoles. Y la tristeza por los extremos a que se ha llegado. El que más pierde es el pueblo catalán con su gobierno defenestrado inmediatamente después de la Declaración Unilateral de Independencia decidida por el Parlamento Autónomo, también disuelto, pero rechazada por el resto de España y de la Unión Europa.
Ya sabíamos que el referéndum del 1 de octubre del 2017, en el que el separatismo fue mayoritario, había colocado a España en una situación de grave conflicto. Y también que el proceso independentista se había sostenido en afirmaciones rotundas y repetidas la mayoría de las cuales eran falsas. Muy similares a las que influyeron en otros eventos internacionales como el referéndum del Brexit, las elecciones norteamericanas que ganó Trump o el referéndum por el acuerdo de paz en Colombia. Y a esta línea de manipulación informativa se agrega ahora el separatismo de  Cataluña a la que exhibían sojuzgada por un Estado que les roba los recursos que producen y que son suficientes para convertirse en una República distinta a la España monárquica.
Lluís Bassets, reconocido escritor catalán, no ha dudado en afirmar que lo que está sucediendo en Cataluña es una Gran Mentira, que instala a sus paisanos directamente en el mundo de las 'fake news'. Considera que su nación está sufriendo de lleno y crudamente una falsedad de gran envergadura  y pone tres ejemplos que demuestran las fantasías del independentismo. En primer lugar nunca habrá un Estado propio dentro de una Europa plenamente identificada con España como miembro. En segundo lugar nunca habrá una Cataluña independiente que sin banca ni grandes empresas no podrá ser ese país próspero y líder que plantean. Y en tercer lugar una Cataluña dividida afecta la misma unidad del pueblo catalán en pos del objetivo patriótico de la plena soberanía.

La gran mentira colisiona con el último recurso argumental. Contrariamente a las promesas ahora se ve que no  estarán en Europa, que serán más pobres y más divididos. Y que sin sus empresas, que se han ido en número de 1800, no tienen capacidad de sobrevivir en la anarquía económica.


Mientras el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciaba el cese del presidente catalán Carlos Puigdemont y la disolución del Parlamento Catalán para recuperar la legalidad, el pueblo celebraba en las calles de Barcelona. Paradójico por irreal. La independencia no es una declaración, deben demostrar que podrán gobernarse. Tampoco es voluntarismo ni emociones, es poner los pies sólidamente en la realidad.

viernes, 20 de octubre de 2017


¿MORDAZA 

A LA FICCION?


En Político.pe el 20 de octubre del 2017

Hace muchos años que leemos a la China Tudela, el personaje creado por Rafo León para la revista Caretas. Una mujer adinerada, elegante, que solo se reune con gente como ella. Racista, indecorosamente discriminatoria y elemental en sus odios y pasiones políticas como sucede con muchas mujeres que podrían identificarse con estos rasgos negativos. La China Tudela ejerce con suficiente desenfado su total libertad de decir lo que se le antoja. En mucho de lo que dice representa lo que muchas mujeres no deben ser, muchas de sus opiniones no las asumiríamos ni en esta vida ni en otra. Algunas de sus críticas están llenas de supina ignorancia, de autocomplacencia y de un supuesto refinamiento que nos hace ver las taras de la gente que tiene demasiado dinero, que es halagada por ello y se siente pagada de su suerte. La China Tudela puede hacernos reir por la habilidad de su creador que es el primero que acepta que su personaje puede no ser positivo.

Pero siendo su progenitor no piensa como ella ni es la misma persona así como el avaroTío Rico, el ocioso Pato Donald o el habilidoso Ratón Mickey no son Walt Disney.

Su personaje es una cubierta para la sátira política que puede ser ofensiva o no, dependiendo de quien se sienta tocado por ella y de si tiene el suficiente equilibrio mental y emocional para distinguir un personaje de ficción de la realidad.

Pero no es ficción ni irrealidad el desmesurado ataque que el Presidente del Congreso, Luis Galarreta, ha propinado al humorista y a la revista Caretas que lo acoge. Haciendo coincidir el mundo del  absurdo con la realidad concreta -sin reparar en la pequeña diferencia de pelear con un dibujo parlante que ha cobrado vida al convertirse en la carátula de respuesta de la revista- ha deslizado hasta un llamado a la agresión personal contra el autor de la parodia.

Defender a la mujer es una cosa y pelearse con un personaje de ficción trasladado irracionalmente a la realidad es otra. Rafo León pone censurable racismo en las líneas de la China Tudela, odio incivilizado y primario por ciertas personas con las que disiente, en este caso del fujimorismo. Pero no es su pensamiento como periodista, no se trata de un ensayo o de una columna que lleve su firma con lo que cree y sostiene. Es una sátira con rasgos humorísticos que pueden gustar a unos y disgustar a otros.

Caer en excesos en el humor político no es recomendable y aquí cabe la autoregulación. Pero es una tendencia que se ve en todo el mundo. Que no siempre es bien recibida como sucedió con el terrorismo islámico que no perdonó al parisino semanario Charlie Hebdo la burla del profeta Mahoma con el luctuoso resultado de la muerte de su director y de varios de sus periodistas en un atentado que movió la solidaridad del mundo entero.

Aquí nadie matará a nadie pero la violenta campaña contra Rafo León linda con el boicot, desde el poderoso fujimorismo, contra la revista Caretas. Y contra el mismo periodista a quien quisieran dejar sin trabajo y sin auspicios. El acoso a las empresas que respaldan su programa de turismo, que nada tiene que ver con la China Tudela, es inaceptable. Y lamentablemente no es fantasía, es presión concreta.

Todos los excesos son malignos y deben evitarse. Los que pueden afectar sensibilidades y los que quisieran limitar la absoluta libertad para la crítica que -como ha dicho Mario Vargas Llosa- durante muchos años el personaje de marras ha dirigido a la izquierda, a la derecha y al centro. A tenerlo en cuenta y pasar la página.


sábado, 14 de octubre de 2017



PPK DEBE IR 
A LA COMISIÓN

Publicado en Correo el 14 10 2017

Es cierto que no está obligado a ir pero debe ir, PPK no está como ‘investigado’, menos aún como ‘acusado’ pero debe asistir, poner la cara y los argumentos que exhiban su confianza en sí mismo. Es mucho lo que se está jugando en este proceso de Lava Jato, una megacomisión que amenaza con devastar a la clase política nacional.

El que puede lo más puede lo menos, así reza un conocido aserto jurídico. Y él puede y debe ir porque es cuestión de legitimidad y buena imagen.

Y por supuesto que ya debería estar despidiendo al grupo de asesores radicaloides que le susurran al oído tan malas respuestas y peores decisiones. La gente quiere creer en su Presidente, quiere verlo fuera de esa nube negra que amenaza a la clase política, que se porte como sobreviviente ético para tranquilidad de los varios millones de ciudadanos que lo investimos con nuestra confianza.  

Políticamente es indispensable que PPK vaya a la Comisión Lava Jato y con toda dignidad ofrezca su deslinde. El argumento infantil del circo y de las agresiones que lo esperan no convence a nadie. PPK debe rectificar lo que podría parecer una corrida culpable. Es cierto que trabajó con Toledo como Premier y Ministro de Economía. También que Eliane Karp se permite amenazarlo lo que es otra razón más para ir. PPK personifica a la nación, ningún temor o exageración justifica su negativa.


Toda la Nación quiere verlo con la conciencia limpia aspirando, como debe ser, al respeto de todos. La Corrupción es un fantasma negro, oscuro, traidor. Que no se trague también a nuestro Presidente, que su ausencia no permita acoger una duda razonable respecto a su posible culpabilidad. En el vacío todo es posible.

VOTO DE CONFIANZA


Publicado en Político.pe el 14 10 2017

La reconstrucción en el norte está demorando con insensibilidad que hace peor el drama de los damnificados. Mercedes Araoz acaba de obtener la aprobación para su gabinete pero esa confianza es circunstancial, tendrá que ser respaldada con acciones. Sobre todo aquellas que atiendan los compromisos adquiridos con los damnificados que no se están honrando.  

Los pobres del norte vienen sufriendo la precariedad y la marginación, unen la extrema pobreza a la desocupación. Vimos poblaciones sumergidas en el lodo que lo perdieron todo y no sabemos qué ha pasado con ellas en todos estos meses, cómo han solucionado su exposición al hambre y a las enfermedades. Terminada la emergencia deberíamos estar ya en plena reconstrucción pero ésta se hace esperar.

Necesitamos algo como una reconstrucción moral de la cual todavía nadie habla. No solo hemos visto el huayco físico pero también hay un huayco moral llamado Odebrecht con un daño que no termina, que sigue sin anunciar a cuántos políticos, empresarios y funcionarios dejará fuera de juego. El drama podría ser mayor al que tememos o esperamos porque una sociedad sin élites dirigentes es una sociedad descabezada.

Altos políticos, empresarios y funcionarios cuestionados reflejan decadencia moral con una dinámica malsana que no se detiene, se incrementa sin que sepamos en que momento la pesadilla habrá terminado para dar paso a la esperanza de liderazgos decentes, nobles, éticos y honestos.

Lo peor que podría asumir el flamante gabinete Araoz es que puede seguir adelante sin mayor conciencia de la desconfianza generalizada. El país necesita de políticos, funcionarios, empresarios honestos en que creer. Y es ese el voto de confianza que tienen que ganar. El más importante.



sábado, 7 de octubre de 2017


SUNEDU 
RETROCEDE


En Correo del 07 de Octubre del 2017

Esta vez la Superintendencia Nacional de Educación, SUNEDU, encontrló una férrea resistencia y las críticas le llovieron por haber excedido sus propias atribuciones con la Resolución 034-2017-SUNEDU que pretendía imponer criterios para aplicar el límite de 70 años de edad para la docencia en la universidad pública.

Es verdad que éste límite sigue vigente pero también lo es que no es un asunto acabado pues su modificación o eliminación está planteada en el Parlamento y el mismo Presidente de la República, quien acaba de cumplir 79 años, pidió su elevación a 75 años.

La SUNEDU ignoró olímpicamente este debate, pasó por encima de los poderes del Estado, fue más allá de la Ley y creó gran malestar en las universidades públicas colocando en situación difícil al mismo Idel Vexler, flamante ministro de educación, dentro de un gabinete que aún no ha recibido la investidura congresal. Por eso ha sido obligada a suspender temporalmente una Resolución que es evidente intromisión en la autonomía universitaria que el mismo Tribunal Constitucional hace coincidir con la autorregulación.


Y es que la edad no puede ser el único criterio para valorar el rendimiento de un docente universitario ni determina la calidad de su enseñanza. Nadie es bueno o malo por la edad sino por una serie de factores como los grados académicos, la actividad investigadora, las publicaciones, entre otros. A ello se agrega que no existe reglamento para la evaluación de los docentes mayores ni presupuesto para atender a los que pasan a extraordinarios. 

Urgente que la Comisión de Educación del Congreso aborde el debate de la modificación o eliminación del límite de edad, dispuesto por el art 84 de la Ley 30220. Deben ser las propias universidades públicas las que decidan responsablemente sobre sus docentes y sobre los cargos que requieren una mayor experiencia para su funcionamiento como  sucede en los países más avanzados.


RUIDO 
Y JUICIOS MEDIÁTICOS


En Político.pe  el 07 10 2017

Tenemos a dos presidentes en prisión y uno con orden de captura, perseguido por el mundo. Para agregar a la vergüenza un tercero, Alan García, acaba de ser presentado por el Ministerio Público como investigado por lavado de dineros a la cabeza de una presunta organización criminal.

Un gran drama nacional y una vergüenza internacional. Una inmensa crisis de confianza y de credibilidad respecto de los líderes y de las instituciones. El Poder Judicial y la Fiscalía de la Nación, a cargo de impartir justicia, no generan mayor respeto ni actúan con suficiente equilibrio. Sus investigaciones son inacabables y se cubren con el uso y abuso de la prisión preventiva que ignora la garantía de que toda pena privativa debe surgir del debido proceso y de la sentencia consentida.

Tampoco funciona la presunción de inocencia. En el reino de la desconfianza la fragilidad del Estado de Derecho deja que avancemos a través de consignas políticas, de sesgos interesados con la voluntad de avasallar adversarios. Hay víctimas perseguidas  con ensañamiento y alegres impunes protegidos, intocables cuya investigación aparece lenta y sin perspectivas de sanción real.

La persecución contra Keiko Fujimori, Alan García y ahora Pilar Nores demuestra la voluntad de impactar con el “crimen organizado” pero el ruido es prematuro y apuesta a la repercusión y sanción en los medios. No solo en la televisión abierta y de cable, también en las primeras planas de los diarios que levantan las acusaciones para asumirse como jueces sumariales que rápidamente darán su fallo influyendo directamente en los jueces y en la opinión pública.

Por eso una encuesta arroja la percepción de que el gobierno de Alan García ha sido más corrupto que el de Alberto Fujimori siendo que las cifras conocidas no admiten esta comparación. O que Pilar Nores es una potentada dueña de inmuebles productos de la corrupción cuando ella misma ha aclarado que las siete cocheras que tiene no pueden ser consideradas como siete inmuebles de los diez que se le atribuyen.

Desinformación, manipulación, maniobras buscan el rating  mientras intereses políticos ajenos a la justicia parecen orientar a la Fiscalía en sus “investigaciónes preliminares” que no sabemos cuánto irán a durar. En los medios todos son delincuentes o criminales en el altar del rating.

Es cierto que las investigaciones deben venir sin privilegios. Que caigan los que tengan que caer una vez probados los delitos. Pero el Poder Judicial y la Fiscalía deben respetar el debido proceso y la reserva necesaria. Que no se presten a ventilar honras y prestigios en los medios. La prensa tiene un rol como contrapoder, coloca reflectores en las zonas oscuras, pero pierde credibilidad cuando arriesga el honor de las personas en especial de los políticos.


Si el Poder Judicial y el Ministerio Público entregan espectáculo sin resultados estarán motivando campañas mediáticas que pueden llegar a la demolición de personajes públicos. Que a nadie extrañe que posiciones extremas prendan en los sectores vulnerables de la sociedad para que en las siguientes elecciones los candidatos antisistema ganen posiciones. Necesitamos reserva y mesura, menos ruido mediático y más eficiencia sancionadora.